Pero ojo: Uno de los errores más grandes que cometemos, es asumir que el cliente vive nuestro proceso como nosotros lo diseñamos para que lo viviera. Hay que identificar que una cosa es nuestro diseño y otra nuestra ejecución. El Customer Journey lo podemos mapear internamente para definir su desarrollo, sin embargo, siempre hay que validar el cómo lo vive el cliente para asegurar su correcta ejecución. Recuerda que nadie te conoce mejor que tu cliente, y no hay mejor manera de mejorar que con la retroalimentación de ellos.